1. Atrapados y atrapadas.
El objetivo de este juego es confiar en uno mismo y en los compañeros y compañeras para aumentar la
autoestima y el autoconcepto a través de iguales.
Los participantes de esta actividad se cogen de las manos y forman un círculo y se elige a uno de ellos
para que se coloque dentro del mismo. El objetivo es que los niños y las niñas
situados dentro de cada círculo consigan salir de él en un tiempo determinado, por
ejemplo en un minuto. El niño o la niña que consiga salir del círculo tendrá un punto y
el niño o niña del círculo le sustituirá en el centro de éste. Al resto de participantes les
tocará el turno considerando el sentido de las agujas del reloj a partir del primer niño
elegido o niña elegida. No podrán salir del círculo si algún niño/a le toca con las
manos; podrá realizar tantos intentos como quiera dentro del tiempo límite. Se
considerará escapado de la cárcel cuando tenga todo el tronco fuera de ésta. La
cárcel puede moverse en el sentido de las agujas del reloj.
2. Jugamos al veo veo.
Nos encontramos en un aula, en la cual tenemos a un alumno con TEA, por lo que a continuación, propongo una actividad a realizar para desarrollar y favorecer la interacción y relación de todo los alumnado, y así potenciar la inclusión, consiguiendo que el alumnado comprenda que se puede trabajar en equipo integrando a todo el alumnado a pesar de las dificultades que puedan tener cada uno de ellos/as por sus características individuales. La actividad es la siguiente;
Esta actividad consiste en el juego del "veo veo" pero de una manera diferente al tradicional, ya que ellos serán los protagonistas del juego y no los objetos del aula. El alumnado dispondrá de tarjetas de fotos de todos los alumnos/as. La maestra cogerá una tarjeta y el alumnado deberá formular preguntas para adivinar de quien se trata.
La dinámica del juego es muy parecida al "quién es quién", ya que poseerán otra plantilla donde podrán ir tachando o rodeando las pistas que ya tienen, por ejemplo; si tiene el pelo rubio o castaño, pelo corto o largo etc... La maestra podrá dar indicaciones y aclaraciones para facilitar el juego, incluso podríamos hacerlo por parejas o grupos para fomentar el trabajo en equipo.
3. Las palmitas.
Este juego tradicional nos ayudará a trabajar la inclusión y mejorará las habilidades motrices y comunicativas del alumnado.
El juego consiste en agruparse por parejas y al ritmo de la canción que canten ir chocando las palmas de sus manos con las del compañero o compañera. Esto hará que establezcan interacciones entre ellos, sin importar si tienen necesidades especiales o no ya que eso no será ninguna barrera para jugar. Además si nos encontramos con algún alumno o alumna con TEA que se sienta incómodo a la hora de establecer contacto físico con los demás este juego le será beneficioso porque se acostumbrará a mantener contacto físico con sus compañeros y compañeras pero sin que este le resulte invasivo.
Con los juegos inclusivos conseguimos que los niños y niñas se pongan en el lugar de los demás y sean conscientes de los obstáculos a los que se enfrentan algunas personas en su día a día. Con esto esperamos enseñar a los más pequeños a tolerar aquello que es diferente y a actuar de manera inclusiva y respetuosa.
4. Realiza tu retrato
El principal contenido de esta actividad es la educación inclusiva. Los niños y niñas deberán realizar un dibujo de un compañero al azar. Entre ellos, se encuentra un compañero con síndrome de Down. Estos dibujos los pondremos en una cuerda colgados en la clase e invitaremos a los padres, donde intentarán diferenciar de que alumno o alumna se trata. Ningún padre supo adivinar de que alumno se trataba, incluso ni sus propios hijos, ni nuestro alumno con síndrome de Down.
Esta actividad nos ayudará a concienciar que para los niños no existen diferencias, a fomentar la educación inclusiva y a favorecer la participación de las familias.
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