1. Palabras clave
Universidades, sociedad, formación inicial, educación intercultural, migraciones.
2. Resumen
Este trabajo constituye una revisión de las diversas respuestas que las universidades españolas están ofreciendo en sus planes de estudios y contenidos curriculares a la realidad multicultural. Concretamente nos centramos en el diseño de la formación pensada para futuras/os profesionales del ámbito educativo formal y no formal. El objetivo del trabajo ha sido obtener un primer diagnóstico sobre cómo está siendo la formación universitaria reglada sobre «migraciones» e «interculturalidad» para maestras/os, pedagogas/os y educadoras/es sociales en España. Para ello, a lo largo del texto tratamos de responder a las siguientes preguntas: ¿Se está ofreciendo una formación adecuada para intervenir en los nuevos contextos de creciente diversidad cultural? ¿En qué universidades españolas?, ¿qué características presenta dicha formación? Y en esta primera aproximación, los resultados aportan una visión bastante clarificadora de la realidad de la «formación intercultural» en la Universidad. Existe una oferta amplia de asignaturas en los grados de Educación Infantil, Educación Primaria, Pedagogía y Educación Social que contemplan en sus programas la formación en migraciones e interculturalidad y que dan cobertura al estudio y análisis de la diversidad cultural desde distintos enfoques disciplinares y en muchas ocasiones innovadores, pero, en la mayoría de los casos, se trata de asignaturas optativas que se ven relegadas a la libre elección del alumnado.
3. Conclusión:
Después de la revisión realizada puede afirmarse que actualmente en la universidad pública española existe una oferta amplia (aunque ciertamente sesgada por la orientación optativa y el bajo número de créditos asignados a las mismas) de materias que contemplan la formación para futuras/os profesionales de la educación en materias relacionadas con la «interculturalidad» y las «migraciones» de manera explícita. El elevado porcentaje de universidades que incluyen al menos una asignatura de este tipo en alguno de los 4 grados analizados, un 85 % de la muestra, avala suficientemente esta afirmación.
A este porcentaje se sumaría aquella formación no contemplada al realizar la muestra y que incluye referencias a educación intercultural y/o migraciones en el detalle de los contenidos de asignaturas denominadas «Educación Inclusiva», «Antropología de la Educación» o «Atención a la diversidad», entre otras. El no analizar asignaturas que no contuviesen en el título alguno de los términos de búsqueda establecidos, ha limitado la muestra, pero también nos ha servido para mostrar la poca visibilidad explicita de estas temáticas en formación obligatoria. Al situar la mayor oferta en la optatividad, pareciera que se trata de una «especialidad» y no de una realidad a la que tendrán que hacer frente todas las personas que se dediquen a la educación formal y no formal y que hoy estudian grados relacionados.
Revisando los datos y comparándolos con años anteriores, si bien la oferta se ha ampliado levemente (2 asignaturas nuevas en 5 años), nos ha resultado sorprendente que la Universidad de Almería haya eliminado de su plan de estudios para los grados de educación primaria e infantil, varias asignaturas cuyo título relacionaba directamente la intervención educativa, las migraciones y la interculturalidad, más siendo un contexto especialmente significativo en el trabajo con poblaciones migrantes en el sur de España.
Aquí las estrategias de las Universidades objeto de este trabajo, parecen no tener una correlación directa con las políticas públicas o los contextos concretos, pues otro ejemplo de ello lo tenemos en la Universidad de Granada, que para el campus de Melilla despliega una oferta amplia orientada al trabajo educativo en contextos multiculturales y en cambio, para el campus de Ceuta dicha oferta en los distintos grados se reduce a la mitad.
Pero sí son las/os futuras/os maestras/os quienes tendrán que gestionar aulas diversas social y culturalmente. Y especialmente relevante es la presencia más reducida de dichas materias en los estudios de Grado de Pedagogía, porque los/as pedagogos/as serían el perfil profesional especializado y capacitado para el diseño de planes formativos y enfoques curriculares que ayudasen en el proceso de interculturalización del sistema educativo español. No somos capaces de adelantar situaciones venideras, pero sí creemos que esta falta de competencias interculturales a nivel curricular puede hacer mella en la formación en Pedagogía que las/os estudiantes reciben y que no facilita la comprensión y el trabajo sobre la realidad multicultural que existe hoy en nuestras escuelas.
Por otro lado, nos gustaría destacar que existen algunas universidades, algunos grados, que tienen una oferta formativa sobre «interculturalidad» y/o «migraciones» interesante, amplia e innovadora, en tanto que consiguen recoger e interrelacionar contenidos y competencias –muchas de ellas sugeridas de manera reiterada en las diferentes investigaciones sobre educación y formación intercultural– que tienen que ver, entre otras cuestiones, con: la didáctica, la intervención socio-psicológica, el diseño de currículos o la sensibilización y la formación en valores. Es decir, dan cobertura al estudio y análisis de la diversidad cultural desde distintos enfoques disciplinares, lo cual es muy enriquecedor de cara a conseguir una formación adecuada y lo más holista posible para los y las futuros/as profesionales de la educación.
Por último y para finalizar volvemos a destacar, a modo de reflexión final y por su importancia la necesidad de que este tipo de formación sea obligatoria, explícita y permanente; algo que contrasta con la realidad de que la mayoría de las asignaturas de la muestra sea de carácter optativo. Con ello sigue quedando en evidencia cómo es el/la futuro/a profesional quien decide, en función de su sensibilidad o motivación, si formarse o no para conseguir competencias que le permitan trabajar mejor en contextos de diversidad cultural. Ello desde luego contradice la idea de una Educación Intercultural como un enfoque que ha de ser transversal. En otras palabras, si cursar estas materias sigue siendo opcional –en definitiva– sólo estarán preparadas/os para trabajar desde esta perspectiva aquellos/as estudiantes ya sensibilizados o motivados, y no la totalidad de las/os futuras/os maestros/as, pedagogos/as y educadores/as sociales que desempeñarán sus funciones profesionales en contextos educativos diversos culturalmente. La sociedad española es multicultural de hecho, siempre lo ha sido, pero parece que hemos tomado consciencia de ello en las últimas décadas con la presencia de poblaciones relacionadas con la migración. Lejos de ser anecdótico, de la preparación que tengan las/os futuras/os profesionales de la educación (formal y no formal) va a depender en cierta manera la construcción de un modelo social intercultural, de reconocimiento y puesta en valor de toda la diversidad o la consolidación de modelos asimilacionistas, fagocitadores de diversidad o incluso abiertamente segregadores (tendencias que hoy, más que nunca, con el auge de los fascismos, nos vemos obligadas a enfrentar). La universidad pública española, desde su clara labor y responsabilidad social, debe pronunciarse y valorar la integración de contenidos en la formación universitaria que apuesten por una sociedad equitativa, justa, plural, diversa y que los desarrollen aportando herramientas a futuras/os profesionales de la educación para fomentar un convivencia realmente intercultural.
Cita APA
Rubio, M., Martínez, R.,& Olmos, A. (2019). Formación universitaria, migraciones e interculturalidad en España: una revisión de la oferta educativa de los estudios de Grado de Educación Infantil, Educación Primaria, Pedagogía y Educación Social. Revista de Sociología de la Educación-RASE, 12(2), 329-342.
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